Este libro de 236 páginas nos intenta transmitir una historia de amor puro y clásico basado en el siglo XIX, donde los prejuicios aún marcan las decisiones vitales de las personas. La escritora nos relata cuando la joven protagonista, Adara Holt, huye atemorizada de su familia por miedo a que le arrebaten a lo más importante que la vida le ha dado, a su hijo. Años más tarde conoce a un apuesto hombre de familia acomodada que, inesperadamente, no cae en manos de los prejuicios que lleva atormentando tantos años a Adara. ¿Será un amor pasional y definitivo? ¿Escaparán de las opiniones sociales? Solo si lees el libro podrás saber el final. 

                Para mí este libro ha sido uno de cientos que cuentan historias fascinantes de amor. Sí que es cierto que me enamora este género pero reconozco que muy de vez en cuando consigo engancharme verdaderamente a un libro como este. La época en la que está ambientada ya ha sido usada muchísimo en el panorama literario y me ha llegado a parecer hasta predecible en ciertos momentos. Creo que es una bonita historia que es capaz de traer a la actualidad las crueldades de las que, por ejemplo, muchas madres solteras tuvo que hacer frente en el siglo XIX. Aun así, no es un libro que volvería a leer porque me parece que lo que nos puede aportar ya lo he visto anteriormente.

Aún así, si sois enamoradas del género romántico, no perdéis nada por apuntaros este libro en vuestra lista de lecturas pendientes, pues tiene todos los ingredientes de este género. Así pues, mi puntuación no va a ser de las más altas.